El contador de historias: Al filo del abismo


Vida, muerte, para seres vivos, para planetas, estrellas, sistemas solares, galaxias, el cosmos, el mismo tiempo, la existencia misma se rigen bajo una ley universal y absoluta, y finalmente todo es tocado por la entropía, he visto civilizaciones tocar las estrellas para luego sucumbir contra el tiempo, a titanes caer, pero esta historia es sobre el destino, mi parque ha existido desde antes que la Tierra fuera una roca, en otros lugares, en otros mundos, a través del tiempo y el espacio, pero esta vez necesito más que ojos vigilantes, necesito un alma pura capaz de superar el odio, un alma honesta de buen corazón, y tal vez ya la encontré, esta es la historia del primer guardián del parque...
Lucas despertó, o así lo pensó, sabía que hace instantes había sentido un ardor, dolor y después la oscuridad, ahora estaba en el parque, pero se sentía diferente, había luz, no era de día, estaba el lago, de repente fue a ver su reflejo en el agua y para su asombro, el reflejo era nada, el agua no reflejaba, era traslúcida, entonces recordó que no podía haber agua, el lago estaba vacío, era de noche, entonces una voz a lo lejos dijo "Lucas, siempre tan observador", y Lucas giró la cabeza, estaba viendo a Mica, ella en sus ropas de correr como estaba aquel día, Lucas le preguntó, "si eres una alucinación, eres la mejor que podía tener", Mica no entendía nada, para ella, hacía segundos había salido del agua y cuando giró ya estaba Lucas, él corrió y abrazó a Mica, la tomó de las manos y le dijo que siempre sintió cosas por ella, que no había tenido el valor de avanzar en algo más, si las cosas hubieran pasado diferentes, Mica no entendía, trató de decírselo, pero algo en su corazón le decía "déjalo hablar", ella asentía con la cabeza, Lucas le habló de los animales, de sus nuevos amigos del parque y su legado, de esas almas que salvó y cómo ayudan a más personas, que conoce a uno de esos gatos, ella abrazó a Lucas y le dijo, "gracias, por todo, por estar", y con lágrimas le dio un beso en la frente, sentía que sus caminos se volverían a cruzar, Lucas la abrazó y ambos se dieron un abrazo.
Lucas despertó en el hospital, a su lado estaban Florencia y Eduardo, los dos amigos le dijeron que había perdido mucha sangre, pero Eduardo y Colitas lo encontraron justo a tiempo, Lucas lloraba y agradeció a sus amigos, los tres hablaron sobre la misteriosa persona que lo apuñaló, Eduardo dijo lo que los tres pensaban, que fue Raquel, "no sé cómo, pero escapó del hospital, estuvo acá meses con yesos y varias operaciones, pero sé que fue ella", Lucas asintió, Florencia le dijo que aunque lo saben, no hay forma de probarlo, tendrán que buscar ayuda, Eduardo le mencionó que sabe de un investigador muy conocido que ayuda a la policía, Lucas le dice que toda ayuda es valiosa, antes de irse Florencia y Eduardo, Lucas les dijo que hizo las paces, que finalmente aceptó que debe seguir adelante, "no sé si fue mi imaginación, pero finalmente pude despedirme de Micaela, espero que ella también encuentre la paz...".
Paz, eso es algo que en mis eones, las formas de vida buscan, estas historias se han tratado sobre tu vida, soy la entidad que rige sobre las historias, el tiempo, y por qué no, sobre las almas perdidas, Micaela, aquella alma pura en un mundo podrido, te ofrezco una oportunidad, Micaela estaba parada, había escuchado al contador de historias, hablar y hablar, contándole las historias, ella le dijo que no busca venganza, no busca justicia, no sabe qué busca, "en tus historias aprendí algo, todo tiene significado, mi muerte fue más que eso, no sé qué me ofreces pero sí sé que debe ser más que eso", el contador por primera vez se apareció delante de Micaela, no como una voz sin forma, para Micaela era luz, era algo que los sentidos no podían expresar, era como escuchar colores y ver sabores, era algo que el humano no podría entender, ella vio cómo él extendía lo que pensó era una mano, la tomó y ambos se llevaron, dejando atrás un abismo.