El rincón de la mediocridad: El descanso



El descanso es el principio y el final de todo. La vida del trabajador—sobre todo del que cobra en maníes—consiste en salir del descanso, trabajar, volver al descanso y, entre medio, tratar de llegar a fin de mes… técnicamente hasta el quinto día hábil.


Pero dejemos de hablar de mí, que para eso está Eva, la IA que uso para que me escuche. Más práctico que la terapia, menos caro y con respuestas más coherentes que las de Recursos Humanos.


Como decía, o mejor dicho, como voy a empezar a decir: el descanso es esencial. Pasamos un tercio de la vida durmiendo. Por eso hay que invertir en buenas camas. (Inserte aquí chiste sobre streamer de nacionalidad ambigua y su setup más caro que tu alquiler). Una cama cómoda, sábanas limpias, mascota de tamaño manejable… Muy lindo el golden retriever, sí, pero si no tenés una super cama, dormir con él es como abrazar una ballena. Con los michis eso no pasa: ocupan poco y dan calor. Cantidad razonable de gatos, Anabel, que los estás contando con los dedos del pie y ya vas por la segunda vuelta.


En los países serios hay licencias como Dios Estado manda. Gracias, Dios Estado, por los feriados y los francos. Pero qué forro cuando salís a cosechar impuestos, descuentos y algún que otro aporte jubilatorio que nunca vas a ver. Gané maníes, gracias Dios Estado.


Y hablando de descanso… ¿se acuerdan del tío Alberto? El mayor descansador de la familia. Un jodón. Hasta se hizo pasar por muerto. Les dejo su carta:


> "Querido sobrino: acá en Islas Canarias está todo mal. Estos gallegos se van a la montaña con unos palos que dicen que son para “pasear”, pero yo creo que son para pegarle al primero que diga 'olé'. Estoy considerando hacerme un enema con uno y terminar empalado, total...


La vida acá es una mierda, pero ya junté lo suficiente para escaparme. Me estoy debatiendo entre Ucrania, Perú o Israel. Vos que ves noticias, decime qué lugar es más tranquilo.


Ah, si ves a la tía, decile que la odio. Y al del almacén, contale que me comí a su esposa. Bueno, me voy, tengo que ir a destapar caños. Ya sabés, 'la colonoscopía de las casas'. Somos fontaneros, no poetas malditos. Siempre me cayó para el culo Pablo Neruda."




Palabras fuertes del tío Alberto. ¿Qué tenía que ver con el tema? No tengo idea. Pero lo que sí sé es que ya vamos cerrando.


En casa los gatos duermen juntitos. Tomás está convirtiendo al gato chico en un jubilado: ya duermen más horas que las que tiene el día. Esa habilidad debería enseñarse en universidades.


Y hablando de dormirse, qué envidia los que pudieron ver Blanca Nieves sin caer redondos. Yo lo intenté tres veces. No es para mí. Como el lavado nasal, los calzoncillos eléctricos y el jugo de grosella.


Nos vemos el mes que viene. No pienso tocar el blog hasta julio. Me lo merezco.